Valdeolivas&García ABOGADOS

lunes, 12 de septiembre de 2011

PRISIÓN POR ATROPELLAR A UN PEATON

Publicado el Lunes, 12 de Septiembre del 2011 por Europa Press
La Audiencia de Cantabria ha condenado a tres años y ocho meses de prisión a dos hermanos por causar la muerte a un peatón al iniciar una competición entre vehículos por Santander. 

En el transcurso de su carrera, que discurrió a gran velocidad, alcanzando los 145 kilómetros por hora por la calle General Dávila, sus vehículos obligaron a desplazarse a otros, que colisionaron contra mobiliario urbano, causando accidentes que llegaron a afectar al hijo de uno de los conductores, que viajaba como pasajero y que como consecuencia, quedó incapacitado.
Los hechos sucedieron el martes 8 de febrero de 2005 a las siete de la mañana. Los dos hermanos se enzarzaron en lo que la sentencia describe como "una veloz competición sin el más mínimo respeto a las normas de circulación y con absoluto desprecio a la seguridad del resto de conductores y peatones".
Durante su competición, ambos rebasaron por los dos extremos a un vehículo que estaba detenido esperando a que el semáforo pasara a verde, y al hacerlo, José Luis invadió el sentido contrario, lo que obligó a otro turismo a realizar una maniobra brusca para evitar el choque.
Poco después, el vehículo de José Luis invadió una línea continua y adelantó a otro para incorporarse a ese mismo carril, y Félix le siguió, pero perdió el control al tratar de impedir la colisión con un turismo que iba en el sentido que estaba invadiendo.
El resultado fue que Félix chocó contra la horquilla que delimitaba los contenedores de basura. El vehículo giró hasta topar con la marquesina de la parada de autobús, que dio contra un árbol, que a su vez salió despedido hacia la acera, por donde circulaba un peatón.
Este fue arrollado y arrastrado varios metros, hasta estamparse contra un mojón de hormigón que delimitaba una finca. El impactó arrancó de cuajo el mojón, y el peatón fue desplazado contra un ciclomotor, deteniéndose en un vehículo y falleciendo doce días después.
En total, los daños al mobiliario urbano ascendieron a 967,16 euros. Tras el accidente, la Policía trasladó a Félix al Hospital Valdecilla, y le extrajo sangre para practicarle un análisis de alcohol. Pero este se negó a que se le hiciera y ordenó su destrucción. Pese a la falta de indicadores, la sentencia recoge que presentaba síntomas de embriaguez.
Por estos hechos, se condena a Félix a año y medio de prisión por un delito de homicidio imprudente en concurso --coincidencia-- con uno de conducción temeraria, así como a otro año por lesiones imprudentes y seis meses por un n delito de desobediencia, penas que se complementan con cuatro años de privación del permiso de conducir.
La pena para su hermano es de ocho meses de prisión, por conducción temeraria. En ambos casos se contemplan como atenuante las dilaciones indebidas, por los retrasos en la celebración del juicio.
Y se fijó una indemnización por valor de 83.850 euros en favor de la madre de la víctima, de los que se abonaron ya 62.111.